La difusión del Programa Smartbrain permite generar un muy muy alto impacto social desde varios puntos de vista.
Por un lado permite mantener por más tiempo la autonomía de las personas que padecen deterioro cognitivo, reduciendo su grado de dependencia y alejando el advenimiento del punto en el que necesitarán por completo la ayuda de terceros.
El mantenimiento de la autonomía de las personas afectadas mejora su calidad de vida, y también la de sus familiares y cuidadores, que podrán mantener su capacidad de socialización y el equilibrio familiar por más tiempo.
Asimismo, el mantenimiento de la autonomía y el alejamiento en el tiempo del advenimiento de la dependencia genera un muy importante ahorro económico, no sólo en la economía de las familias afectadas, sino también en la del sistema público de salud, dado el alto y creciente coste socio-económico que por todos los conceptos genera la atención de la dependencia.
Y también, la difusión del Programa Smartbrain contribuye a la consecución de algunos de los objetivos de desarrollo sostenible definidos por la agenda 2030 de las Naciones Unidas, en concreto: el ODS3 Salud y bienestar, el ODS5 Igualdad de género, el ODS8 Trabajo decente y crecimiento económico, y el ODS10 Reducción de las desigualdades.